«Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.»Éxodo 33:14
Estamos al principio del año, eso significa enfrentar dos situaciones similares a las que tuvo que enfrentar Moisés en medio de una crisis que por un lado le creaba incertidumbre y por otro que cuestionaba sus fuerzas: La incertidumbre del futuro, tenemos por delante muchos días y desconocemos que nos deparará este periodo de tiempo. La cuestión de las fuerzas para concluir bien todo lo que supone un nuevo año, o cualquier etapa de nuestra vida.
Este texto nos provee dos principios o promesas que son todo un motivo de estimulo e inspiración.
En primer lugar, para enfrentar la incertidumbre que el futuro nos produce, el Señor le dice a Moisés: mi presencia irá contigo. Interesante que el Señor no le revela el futuro para que sepa de antemano todo lo que queda hacia delante, tampoco le asegura que no habrá “tormentas” o pruebas a lo largo de los días o meses futuros. Nuestro Dios quiere que crezcamos espiritualmente, y personalmente, quiere que estemos dispuestos a enfrentar de forma sabia cada una de las situaciones que se den en el transcurso de nuestra vida, y que lo hagamos creciendo en confianza en El.
Por eso, le asegura algo clave: Moisés, mi propia presencia irá contigo. Sea lo que sea que este en el futuro, mi presencia te sostendrá, te guiará, yo estaré contigo. Que realidad más alentadora saber que el Señor se compromete a acompañarnos a lo largo de nuestra vida. Si Dios está con nosotros ¿quién o qué contra nosotros?. Crezcamos pues en confianza sabiendo que El está con nosotros.
En segundo lugar, la Palabra nos invita a enfocar nuestras fuerzas frente a los desafíos de la vida, del trabajo, del ministerio en términos de descanso. …y te daré descanso. Sí, nuestras fuerzas limitadas deben ser constantemente renovadas, la manera de hacerlo, es experimentando el descanso que sólo Dios puede darnos. Esta es una de las muchas paradojas de la vida espiritual, experimentar el descanso en medio del desgaste y de la gran entrega que requieren muchos momentos de nuestra existencia. Aunque la tarea o etapa de la vida que estamos enfrentando suponga un gran desgaste de energía, saber que Dios está a nuestro lado, nos permitirá confiar, descansar y renovar dichas fuerzas. Sí, tenemos que mirar hacia nuestro Dios de forma constante, paso a paso, día a día y así poder experimentar el ansiado reposo que sólo en Dios podemos hallar. Todo ello es un anticipo del “reposo” que nos espera cuando lleguemos a la tierra prometida: los nuevos cielos y la nueva tierra.
Oración: Señor, ayúdame a caminar día a día consciente de tu presencia y así poder experimentar el verdadero descanso que mi alma anhela.
Autor: Francisco Mira, Director de Publicaciones Andamio y el Secretario General de GBU.
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