“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.” Salmos 90:12
Estaba en mi casa viendo un álbum de fotos antiguas. No me podía creer lo rápido que había pasado el tiempo. Ni siquiera recordaba muchas de las que cosas que ahí estaban, pero sin duda formaban parte de mi historia. Cuando uno es niño, los días parecen largos y hasta casi eternos, pero a medida que uno crece, cada día parece que pasa más rápido que el anterior. ¿No tienes esa sensación? Yo sí.
Nuestra vida es corta e intensa. Cada decisión traza un camino. Si ahora hicieras una lista con 5 cosas que te gustaría hacer antes de morir, ¿qué escribirías?
A veces nuestras agendas se llenan de actividades que consumen nuestras energías, esfuerzos, emociones y hasta nuestra pasión. En una ocasión alguien dijo: “lo cansado de la vida es que es muy diaria”. Reflexionar sobre el estilo del nuestra vida es muy importante ya que tu vida y la mía están expuestas ante los ojos de Dios y algún día tendremos que dar cuentas de la forma en que hemos vivido.
Las cosas que hemos hecho y las cosas que no hemos hecho serán juzgadas y valoradas por Él. Estoy seguro de que en aquel día tú y yo desearemos haber aprovechado bien el tiempo y haber tenido una vida que merezca la pena. ¿Tu vida debería tomar otro rumbo? ¿Te quedan cosas por hacer?
No hay mejor forma de aprovechar la vida que tenemos que preguntarle a nuestro creador sobre sus planes para nosotros. Él conoce el propósito por el cual te ha hecho y solamente una vida centrada en agradarle a él será una vida que merezca la pena vivir.
¡Aún estamos a tiempo! Podemos esforzarnos por cumplir el llamado de Dios para nuestra vida, utilizar los dones que él nos ha dado, arrepentirnos de nuestros pecados, reconciliarnos con otros y disfrutar de las bendiciones de Dios. Aprendamos a contar nuestros días de forma sabia.
Te animo a que hagas de este versículo una oración, pídele a Dios que te enseñe de tal modo a contar tus día, que traigas al corazón sabiduría.
Joel Tiscar, autor del devocional, es psicólogo y trabajador de Juventud para Cristo. Como en cada devocional, animamos a los autores a que recomienden un libro que les haya ayudado. En esta ocasión Joel recomienda «El Dios olvidado», de Francis Chang.