El hinduismo enseña que los chakras son centros de energía que se distribuyen por la columna vertebral del cuerpo humano. Los maestros hindúes hablan de siete chakras que se distinguen por su color e influyen en distintas funciones del cuerpo y de la mente. Representan la unión entre la conciencia y la materia, entre nuestro ser físico, emocional, espiritual y social. La palabra «chakra» viene del sánscrito y significa «círculo, disco, rueda». Figura en los textos más antiguos de la India, el Tíbet y Nepal. Con otras palabras como «aura» y «prana», describen un mundo de sanación basada en la energía vital.
¿De qué se trata?
Los yoguis hablan del campo áurico como el sistema energético completo de cada persona. Se dice que los siete chakras se dividen entre tres que rigen las funciones biológicas y tres que conectan con lo espiritual. En medio está el chakra del corazón, que sirve de puente entre lo terrenal y lo divino.
La salud se define como un estado de armonía. Cuando los chakras están limpios, dicen, nos sentimos sanos y llenos de vitalidad, seguridad y alegría. Para desbloquear algún chakra cerrado, se puede usar ropa de color, comer ciertos alimentos, utilizar sonidos, aceites esenciales o gemas para activarlo. El yoga y la meditación resultan fundamentales para restaurar el pleno equilibrio.
¿Qué dice la Biblia sobre la energía vital?
Las Escrituras enseñan que el ser humano está hecho de una parte material, el cuerpo, y otra parte inmaterial que se llama alma, espíritu, mente, corazón o conciencia, según el contexto. La Biblia afirma que un cuerpo enfermo influye negativamente en el ánimo y también viceversa: la condición del alma puede desembocar en efectos físicos. Para lograr el mayor bienestar psíquico, Dios invita a las personas a acercarse a él y descansar en las promesas de su Palabra. Hay un texto del profeta Jeremías que resume el tema:
«¡Bendito el hombre que confía en el Señor, cuya confianza está puesta en el Señor! Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, pues junto a la corriente echará sus raíces. No temerá cuando llegue el calor, sino que su hoja estará verde. En el año de sequía no se inquietará ni dejará de dar fruto» (Jeremías 17:7-8).
3 efectos en nuestra energía vital cuando confiamos en Dios
El profeta aclara que la persona que ha puesto su confianza en Dios, por medio del Salvador que sería Jesucristo, goza de resolución en los vaivenes de la vida. Hay estabilidad. Su vida tiene raíces. Es como un roble plantado al lado de un río. Hay tranquilidad en su alma. No se asusta, no se derrumba ante los contratiempos. Tiene fuerzas para seguir adelante.
En segundo lugar, la persona que reconoce su necesidad y pide perdón a Dios, confiando en Cristo como Señor, nota un rebosamiento de vitalidad en su experiencia:
«No temerá cuando llegue el calor sino que su hoja estará verde».
Contar con una relación personal con Dios cambia toda tu manera de enfocar el día a día. Hay ganas de vivir. Hay proyectos. Se emprende las cosas con entusiasmo. Se dan pasos para relacionarse correctamente con personas. Se activan soluciones a problemas.
Por último, una persona así se convierte en un regalo al vecino. «No dejará de dar fruto». Las personas en tu órbita salen beneficiadas por tu ejemplo, tu honradez, tu amabilidad, tu preocupación por el bien del prójimo. El que pasa el día meditando en postura de loto se libera de angustias durante un tiempo, pero el creyente conectado con Dios aporta sanidad a su pequeño mundo alrededor.
Una promesa para ti
Los hindúes luchan por encontrar armonía en sus siete chakras. El creyente en Cristo encuentra armonía en una relación personal con Dios. Cuando ha recibido su perdón y Dios ha puesto su espíritu en el interior, dispone de toda la energía vital necesaria. Hay una resolución en los vaivenes de la vida. Hay un rebosamiento de vitalidad para afrontar las cosas. Te conviertes en un regalo para el vecino, cualquier persona que esté cerca. Esto puede ser tu experiencia. Es una promesa para mí y también para ti.
— Devocional de Esteban Rodemann, que durante la pandemia empezó a publicar una promesa bíblica para cada día. Desde entonces estos cortos vídeo devocionales han llegado cada día a más de 500 hogares en toda la península. Se han reenviado hasta Noruega, Francia, Argelia, Ecuador y otros países. ¡Es que la Palabra de Dios trae alimento al corazón!
Disfruta del devocional completo en vídeo: