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Tres lecciones del Salmo 23: la renovación (3)

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Esta es la tercera y última entrega de «Tres lecciones del Salmo 23». Si te has perdido las anteriores, las puedes leer aquí: 1. El descanso y 2. La introspección.


«Confortará mi alma» (Salmo 23:3).

Quizá, como yo, estás descansando a fuerza, y de patas para arriba. Los pastores nos cuentan que cuando una oveja se voltea, difícilmente sobrevivirá. Si nadie la ayuda a enderezarse, será presa fácil de los depredadores.

Igual de inútiles somos los seres humanos. Aunque pretendemos ser capaces de encontrar soluciones y mejorar nuestras vidas, la realidad es que somos ovejas tumbadas de espalda. Estamos atrapados por nuestras expectativas, que debo confesar son muy traicioneras en el mundo cristiano. Creemos saber cómo debe ser un cristiano, cómo se comporta, cómo enfrenta los problemas, cómo sale victorioso. Nos olvidamos de que somos simplemente ovejas.

Entonces llega el Buen Pastor y conforta nuestras almas. En palabras de Bill Popejoy en su libro ¡El bien me seguirá! y haciendo eco de las palabras del apóstol Pablo, Él «renueva nuestras mentes». Cuando Dios restaura nuestra mente, vemos las cosas nuevamente como son, no a los ojos del mundo, sino de Dios.

¿Y cómo nos ve? Como ovejas. Necesitamos aprender, y me atrevo a decir a «re-aprender» que separados de Jesús nada podemos hacer (Juan 15:5). No hay modo de andar por la vida creyendo que lograremos algo si no le buscamos a Él y dependemos de Él.

En estas últimas semanas, hemos visto tres grandes lecciones del Salmo 23, un salmo que muchos hemos memorizado: la importancia del descanso, la necesidad del autoexamen y el consuelo de la renovación de nuestros pensamientos. Sigamos re-aprendiendo estas lecciones.

Mientras tanto, me aferro a la imagen que nos comparte Amado Nervo y hago mías sus palabras:

Pastor, te bendigo por lo que me das.
Si nada me das, también te bendigo.
Te sigo riendo si entre rosas vas.
Si vas entre cardos y zarzas, te sigo.
¡Contigo en lo menos, contigo en lo más,
y siempre contigo!

Devocional escrito por Keila Ochoa Harris, autora de más de veinte libros. Conecta con ella en Instagram.

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