«Sabiendo Jesús que su hora había llegado para pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.» Juan 13:1
Hasta el fin. ¿Puede ser esta la época en la que hay más inestabilidad en general en todos los ámbitos de nuestra vida? Sé que depende de las circunstancias de cada uno pero últimamente siento que las amistades, matrimonios, trabajos están como cogidos con pinzas. No creo que en el pasado todo fuese mejor pero ¿ahora? ¿Soy el único que cree que hoy en día parece todo mucho más frágil?
Pero leemos el Evangelio y Jesús nos sigue sorprendiendo. Él amó a los suyos hasta el fin. ¡Y tampoco eran perfectos! Pero amó cada día, a pesar de no merecerlo. El Señor Jesús amó hasta el fin aunque sabía exactamente qué había en el corazón de sus discípulos.
Juan escribe este versículo cerca del final del evangelio. Y parece que no tenga nada que ver pero leer estas palabras al final del Evangelio conlleva que los amó habiendo vivido muchas alegrías. También disgustos. Tal vez para Jesús lo más fácil hubiera sido amar sólo al principio. Porque al principio de una relación te puedes permitir ocultar lo que hay en el corazón, los secretos…Pero Jesús compartió tanto tiempo con los suyos que no pudieron esconderle nada. Y los amó de principio a fin.
Así es nuestro Dios. Él nos conoce y nos ama siempre. También en el sufrimiento. Romanos 8:31-39 nos dice que el amor de Dios no se separará de nosotros. Él nos ama todavía más mientras sufrimos. ¿O cuando extendió Jesús la mano a Pedro? ¿cuando hacia buen día con el mar en calma o con viento contrario hundiéndose mientras perdía su fe?
Pero claro, nosotros no somos como Dios. Más bien somos como Pedro, tenemos miedo y nos bloquean las situaciones que no entendemos. Esto nos pasa aunque disfrutemos de sus bendiciones y en teoría lo conozcamos mucho. Nos cuesta mucho amar y descansar en aquel que amó hasta el fin. Seguramente porque queremos controlarlo todo. ¡Pidámosle ayuda!
Porque el Señor sigue amándonos y quiere escucharnos. Él sigue ofreciéndoles a personas como nosotros una nueva oportunidad para que su vida esté completa en Dios. Porque sólo estando a su lado obtendremos las fuerzas que necesitamos. Y cuando veamos inestabilidad a nuestro alrededor, sigamos adelante con la esperanza de que Él nos ama, nos conoce y controla toda nuestra vida.
Devocional escrito por Abraham Sampedro, colaborador en Librería Abba.