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Mientras hay esperanza hay vida | MªMar Molina

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«El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.»
Apocalipsis 22:20

En esta vida no podemos vivir sin ideales. El ser humano necesita certezas y verdades que aseguren su existencia y le provean un motivo por el que vivir. De hecho un ideal es abrazar una verdad absoluta y vivir y aun morir por ella.

Vivimos tiempos donde no hay verdades absolutas ni certezas aseguradas, por eso las personas que no tienen esperanza, que no esperan nada, lo que procuran es vivir la vida presente y el momento puntual, pues el mañana es incierto. No estamos de acuerdo con el refrán popular que dice: “mientras hay vida hay esperanza”, de hecho hay personas que poseen buena salud y aún buena posición económica, y que sin embargo están depresivos y sin ánimo en la vida, no esperan nada.., por eso creemos que este dicho es justamente al revés: “mientras hay esperanza hay vida” porque es justamente lo que se espera, la fe en el futuro, la creencia de que el mañana nos depara algo mejor, la seguridad de que nuestras vidas dependen de Dios, y sobre todo la seguridad de que al final de nuestra existencia, viviremos eternamente con Dios en un lugar donde no existe el dolor ni la muerte.

El versículo que hoy nos ocupa se encuentra en el libro del Apocalipsis, el libro que narra el final de todas las cosas y el destino de nuestras vidas. A veces cuando no podemos sostener nuestra esperanza ni en nuestras vidas, ni en otras personas, ni en las circunstancias puntuales, tenemos que buscar el consuelo en palabras como esta, donde el Señor nos asegura que no nos abandonará ni nos desamparará jamás, que un día volverá a por su iglesia para llevarnos a nuestra morada celestial, la verdadera vida al lado de la presencia de Dios para siempre.

El tema de oración para hoy es agradecer a Dios por su promesa inquebrantable de que un día volverá a por nosotros, y de que los creyentes, los que tenemos nuestros nombres inscritos en el Libro de la Vida, tenemos asegurado ese viaje a nuestra verdadera patria celestial.

Este devocional ha sido escrito por Mªdel Mar Molina Morón, es Experta en Orientación Familiar, lleva varios años con el ministerio De Familia a Familia y es coautora junto a Juan Varela de Tu Matrimonio Sí Importa

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