El 31 de octubre se celebra en España la fiesta “oficiosa” de Halloween, importada de Estados Unidos y que ha ido dejando en un segundo plano a la fiesta oficial, el Día de Todos los Santos, que se celebra el 1 de noviembre.
Las dos chocan con las enseñanzas bíblicas. La primera, de origen pagano, por convertirse en un culto a la muerte. Y la segunda, de tradición católica, por su culto a los santos y también porque el recuerdo hacia los muertos va acompañado de misas y celebraciones que intentan arreglar después de la muerte lo que la Biblia nos enseña que sólo tiene solución durante la vida, la salvación.
¿Cómo nos enfrentamos a la muerte?
Esa sustitución de una fiesta por otra creo que refleja la actitud que la sociedad actual tiene ante la muerte. En España la gente celebra Halloween no como un culto a la muerte, la mayoría no es consciente de su connotación satánica y pagana, sino que la celebra como una excusa más para disfrazarse y pasarlo bien. Algo así como el Carnaval, pero en modo tétrico. Podríamos decir que el recuerdo y respeto a los muertos que preside el Día de Todos los Santos está siendo sustituido por la burla y las bromas ante la muerte, convertida en espectáculo, desfase y diversión.
Es aquí donde quiero detenerme, en estas dos formas de enfrentarse a la muerte: teniéndola presente o intentando evadirse de su realidad. Y esto me recuerda el versículo de Eclesiastés 7:2 que dice que mejor ir a la “casa de luto” que a la “casa de banquete”. Un versículo que puede parecer escrito por un masoquista, pero que esconde una profunda verdad. El autor no dice que le guste más ir a un entierro que a una boda, sino que es “mejor”. Y da la razón: dice que es mejor porque la muerte “es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón”.
En una boda lo pasamos bien, y disfrutamos. Pero en un funeral, aunque sea doloroso y triste, podemos sacar más lecciones trascendentales para nuestra vida porque nos damos cuenta de una realidad que tarde o temprano nos va a llegar a todos porque “está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27). Y hasta que el Señor venga, esto es algo que va a seguir ocurriendo generación tras generación, como muy bien refleja todo el libro de Eclesiastés.
Truco o trato en la Biblia
El temor a la muerte no se quita negando la realidad, ni burlándose y haciendo fiestas. Tampoco con misas que se celebran con la esperanza de conseguir la salvación de los difuntos. Hebreos capítulo 2 nos muestra que Jesucristo nos libera del temor a la muerte porque ha derrotado a Satanás, el que tenía el imperio de la muerte, a través precisamente de su muerte en la cruz y su resurrección.
Por lo tanto, ante la muerte sólo tenemos dos opciones. Usando una frase muy recurrida en esta fecha: TRUCO O TRATO.
El TRUCO de vivir de espaldas a la realidad de la muerte y del juicio posterior, o el TRATO de aceptar que todos moriremos y tendremos que presentarnos delante de Dios.
El TRUCO de intentar solucionar con misas a los difuntos lo que no se ha podido arreglar en vida, o el TRATO de creer en Jesucristo y ser liberados de la esclavitud del temor a la muerte.
— Devocional de Miguel Ángel Gómez, autor de la serie juvenil «El diario de Álex», además de cinco novelas de intriga y suspense.