Vamos a ser sinceros. Sería más fácil encontrar información sobre la receta (secreta) de la Coca-Cola que sobre Jeremiah Burroughs.
Bueno, es una exageración … pero si te encuentras en la situación de no hallar información biográfica o literaria sobre él que no sea un tocho de 500 páginas, aquí tienes este artículo sobre su vida —y este artículo— con cinco ideas clave para tener en cuenta mientras lees este libro.
1. Jeremiah Burroughs era puritano… pero no en el sentido que probablemente te viene a la cabeza.
Empecemos por lo que NO es.
No es lo que muestran las pelis de terror ni exactamente lo que retrata Nathaniel Hawthorne en La letra escarlata.
Sí, el puritanismo tenía que ver con simplificar la vida mundana y, hasta cierto punto, la vida espiritual. Pero, sobre todo, era un movimiento de avivamiento espiritual que impulsaba de nuevo las ideas reformistas de Calvino y Lutero: Sola Scriptura, la guía del Espíritu Santo, una teología sincera, pura y centrada en Cristo más que en la tradición o la institución eclesial.
Definir el puritanismo no es sencillo —como cualquier movimiento— porque está formado por una multitud de personas, cada una con su perspectiva y su énfasis teológico.
2. El puritanismo que leemos hoy también nació de la historia que lo rodeaba.
Así como el posmodernismo es una respuesta al modernismo y a las heridas de guerras devastadoras que cambiaron el mundo, el puritanismo fue la respuesta espiritual de ciertos cristianos a su propio tiempo.
Jeremiah Burroughs nació a finales del reinado de Isabel I, lo cual significa que vivió en una Inglaterra opulenta y en los inicios del Imperio Británico. Pero lo que marcó su trayectoria no fue exactamente eso, sino los años turbulentos del reinado de Carlos I.
Un nuevo rey significa nuevas perspectivas y nuevas políticas, y con el recuerdo todavía vivo de los conflictos religiosos entre católicos y protestantes, surgió una fuerte antipatía hacia los puritanos, cuyo fervor se veía como algo potencialmente extremo o desestabilizador.
3. Ese contexto se parece más a nuestro mundo occidental de lo que creemos.
Vivimos en una era de libertad (mucho mayor que la de hace 400 años, pero igualmente diversa), dentro y fuera de la Iglesia, en una sociedad rica, materialista y consumista. Los paralelismos están ahí. Como recuerda Eclesiastés: no hay nada nuevo bajo el sol.
Y Burroughs lo sabía. Sabía también que nada bajo el sol sacia el alma humana. Y esa verdad, como ecos eternos, aparece incluso en la cultura popular —como en el nuevo álbum de Rosalía—.
Por eso Jeremiah Burroughs sigue siendo un clásico.
(De hecho, sí se lo recomendaría a Rosalía 😂).
Porque nada en este mundo hará que nuestras almas sean completas, llenas de un Amor Infinito, una Justicia Perfecta, una Esperanza Duradera, una Paz Integral y una Plenitud Inexplicable, excepto Dios: su Eterna Paternidad, su Sacrificio Imposible y su dulce presencia.
4. Prioridades de la época
Los valores del mundo hablan de éxito laboral (ser jefe, controlar tu destino, tener tu negocio), éxito social (ser viral, famoso), éxito económico (tener casas, viajes carísimos), y éxito relacional (tener pareja estable… o no tenerla para tener “libertad”, tener hijos moldeados a tu imagen).
Pero los valores de Dios no son esos.
Pueden coincidir ocasionalmente, sí, pero el verdadero éxito espiritual —después del arrepentimiento y de aceptar a Jesús como Salvador— es tener a Dios como tu satisfacción última, como lo único que necesitas para vivir en paz.
Vivir así no es natural. Nada en nosotros quiere soltar el control.
Pero la vida en Cristo es plena, y no necesita nada más.
Ese es el enfoque de Burroughs.
5. El libro y su estilo
Siendo un clásico puritano, Burroughs escribe con un estilo más rígido, académico, incluso ligeramente matemático, que personalmente disfruto. Respeta al lector y explica con seriedad, honestidad y pasión, buscando que realmente entiendas lo que enseña.
Aconsejo leer un capítulo de una sentada y luego repasar lo subrayado o lo que no se entendió del todo. Es un libro que merece ser entendido.
Entonces… ¿Quién es Jeremiah Burroughs?
En pocas palabras, un autor que vivió algo que cada generación vive de nuevo, una y otra vez, y que ofreció una respuesta a una pregunta eterna:
¿Cómo llego a ser completo?
Artículo de Dorotea C. SisoEvA, coordinadora de eventos de Abba, inspirado en el prólogo del libro que escribió José Moreno Berrocal.
Cuéntanos, ¿conocías a Burroughs? ¿Cuál piensas tú que es el secreto del contentamiento? Te leemos en los comentarios.
