James Ellroy es el autor de Los Ángeles Confidencial, la novela en la que se basó el guión de una de las películas con más éxito en Hollywood (el film se estrenó con el mismo título en el año 1997). En una ocasión hablando sobre el éxito que había tenido su historia y su repercusión en Hollywood, James dijo algo absolutamente radical: «Sólo los idiotas veneran a las modelos y a las estrellas de cine, lo cual sugiere que somos una nación de idiotas».
¡Menos mal que se incluyó él mismo en su definición! De todas formas, creo que tenía mucha más razón de lo que imaginamos. Si no lo crees, echa un vistazo a los ídolos que tenemos en el primer mundo, las personas a las que «adoramos» y los valores que estas personas promueven. ¿A que no estaba muy equivocado? Los modelos a los que seguimos distan mucho de ser personas cuya vida pueda ser un ejemplo para nadie.
Redes: todo para el momento
La gran mayoría de los que tienen más seguidores en las redes sociales, son ídolos del momento. Viven bajo los principios de la satisfacción inmediata: lo que permanece ya no sirve para casi nada, ¡mucho menos lo eterno! Muchos viven pendientes de que miles de personas le pongan «me gusta» o le sigan en un determinado momento, pero eso no tiene ninguna influencia en las vidas de quienes lo hacen. No se vive por lo duradero sino por el aplauso de ahora, de este momento, por la frase en el Facebook, Instagram, etc., por que cientos de personas te digan «bien» en un momento determinado, (o «amén» si se trata de algo espiritual), pero nadie busca lo que tiene sentido y permanece. ¡Lo eterno, a veces, tampoco tiene valor para los cristianos!
Las redes sociales viven de lo inmediato: te sientes bien en un momento, pero nada de todo eso permanece. Puedes pasar toda tu vida teniendo miles de seguidores que dicen «me gusta» a lo que haces, pero sin que eso influya absolutamente nada en sus vidas ni en la tuya. Sin que haya un solo cambio en el mundo, porque lo que permanece ha dejado de existir.
Actualmente, lo único que cuenta es lo que vemos; lo admirado por nuestros ojos es lo que realmente hemos atesorado en nuestro corazón. De los ídolos que tenemos surgirán los valores que dirigen nuestra vida. Pero parece cómo si no nos importara; te aseguro que, en la gran mayoría de las ocasiones, esos valores no merecen la pena. ¡Son valores que apenas duran unos segundos, y casi todos lo saben!
¿Dónde encontrar significado duradero?
Por eso Dios quiere que le miremos a Él, porque esa es la única manera de encontrar el verdadero significado en la vida, aquello que nos regala la libertad:
Tú has dado nueva luz a nuestros ojos, nos has dado un pequeño respiro en medio de nuestra esclavitud. — Esdras 9:8
Sólo así podemos vencer el egoísmo de nuestra sociedad siguiendo los modelos que permanecen, luchando por hacer el bien aunque sea sólo a una persona. Dejando de adorar la cultura de lo inmediato para trabajar por los valores eternos.
— Devocional de Jaime Fernández, de su libro «Un año de película» que puedes encontrar aquí.
Resumen de este devocional en vídeo: