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Al Señor no podemos esconderle nada – M.Rodríguez

25082015-Devocional-No-podemos-esconderle-nada-a-Dios

«Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.» Salmo 11:4

Este versículo nos habla de la cercanía y la justicia de Dios.
“Jehová está en su santo templo”. ¿Cuál era el significado del templo, para el israelita?. El tabernáculo primero, y el templo después, eran el símbolo de la presencia de Dios entre su pueblo; era el lugar de encuentro del hombre con Dios; era el lugar de adoración a través de los sacrificios y, por ellos, el lugar de reconciliación del hombre con Dios. Al acercarse al templo, dos sentimientos invadían al hombre; por un lado el dolor por el pecado, pero después el gozo del perdón, la alegría de saber que Dios es justo, pero a la vez es misericordioso, que es un Dios cercano.

“Jehová tiene en el cielo su trono”. El trono nos habla de Soberanía, y la Biblia nos presenta a Dios sentado en su trono, un trono que no es humano y que está en el cielo, en su morada, por tanto nos presenta a Dios como el Soberano, el Rey. Pero también el trono es símbolo de justicia, y desde él, Dios juzga justamente y llegará el día en que todos pasaremos por el justo juicio de Dios, todos pasaremos delante de su trono. Pensar en esto, a veces, nos causa terror, estamos acostumbrados a los juicios humanos, tantas veces injustos. ¿Será así el juicio de Dios? .

No, no será así porque “sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres”. Dios ve el interior, nosotros sólo vemos por fuera, por eso los juicios humanos tantas veces fallan, porque únicamente tenemos la capacidad de ver lo exterior , pero Dios mira nuestro corazón, sus ojos traspasan más allá de lo que nosotros podemos ver y nos ve perfectamente por dentro. Él examina nuestros pensamientos, conoce nuestros sentimientos y ve nuestras acciones, aun antes que salgan a la luz. Ante Dios nadie puede esconder nada. Esto nos da confianza y seguridad, no podemos esconderle nada.

Por eso vale la pena confiar en Dios. El apóstol Pablo escribió: «Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?» (Romanos 8:31). Tener a Dios en nuestra vida, confiar en Él, obedecerle a Él, nos da la seguridad de que «ninguna cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro» (Romanos 8:39).

Oración: Señor, gracias por ser un Dios cercano y justo, que escuchas mis oraciones. Ayúdame a no alejarme de ti, y a seguirte con fidelidad cada día de mi vida.

El autor de este devocional es Manel Rodríguez Domínguez, pastor de la Iglesia Evangélica de Vilanova i la Geltrú y recomienda la lectura del libro «La cruz del Rey», de Tim Keller.

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