«Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo» Efesios 2:4-5
Hoy día se habla mucho del amor, se escribe, se recita, se le canta al amor, pero me pregunto ¿qué es realmente el amor?
El amor humano aunque es bueno y lo podemos sentir y experimentar, de alguna forma siempre falla, porque los seres humanos somos por naturaleza débiles, egoístas y fallamos en la forma de amar. Los que estamos casados en más de una ocasión hemos experimentado un amor interesado, aún sin ser conscientes, en alguna ocasión hemos dado si la otra persona nos da. Los que somos padres hemos experimentado un amor que muchas veces nos ha hecho esperar de nuestros hijos lo que nosotros deseamos y no lo que ellos realmente han querido o necesitado, mientras estamos en este cuerpo seguimos siendo imperfectos.
Pero hay un amor perfecto, basado en la misericordia, que es el amor de Dios hacia sus criaturas. Un amor que está basado no en lo que se ve hoy, sino en lo que lo que podemos llegar a ser. Dios nos amó y nos llamó cuando estábamos muertos espiritualmente, pero Dios pudo ver más allá de nosotros mismos, de nuestra realidad presente y nos eligió y nos ve con todo nuestro potencial. Por eso me gusta una frase que escuché hace tiempo: “Dios nos ama tal y como somos, pero nos ama tanto que no nos va a dejar tal y como estamos” El por su amor va a seguir completando la obra que un día comenzó. Este tipo de amor está basado en su misericordia que literalmente significa la capacidad de sentir la desdicha de los demás (miser: miserable y cordis:corazón). Dios sabiendo que estábamos muertos nos dio vida por su misericordia.
Pensar, reconocer y experimentar este amor de Dios, trae paz, consuelo, profundidad e identidad a todo nuestro ser. Estamos vivos para vivir, Jesús vino para darnos vida, pero no una vida cualquiera, una VIDA ABUNDANTE y eso no depende de lo exterior, de lo que tenemos o hacemos, depende de quienes somos. ¿Quién eres tú? Si puedes decir que eres hijo de Dios puedes disfrutar de la vida abundante en lo profundo de tu corazón que tiene que ver con: paz, estabilidad, confianza, descanso porque hay un Padre Celestial que cuida de ti y está pendiente de tus necesidades.
El tema de oración para hoy es que Dios ponga en nosotros su mismo corazón de misericordia, que tengamos la capacidad de sentir el dolor de los demás en un mundo que vive sin esperanza y en muchos casos sin rumbo. Que nuestro estilo de vida marque una diferencia tal que invite a los demás a querer vivir esa vida abundante que nosotros ya experimentamos, basada en esa confianza, descanso y paz que sobrepasa todo entendimiento porque viene de Dios mismo.
Este devocional ha sido escrito por Mªdel Mar Molina Morón, es Experta en Orientación Familiar, lleva varios años con el ministerio De Familia a Familia y es coautora junto a Juan Varela de Tu Matrimonio Sí Importa
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