«Y los hombres de Israel aceptaron sus provisiones, sin consultar el oráculo de Jehová. Y Josué hizo paz con ellos, y celebró con ellos la alianza» Josué 9:14-15
Firmar alianzas con extraños es entrar en un pacto de muerte. Josué, el líder que introdujo Israel en la tierra prometida, cometió este grave error. Dios le mandó tomar posesión de la Tierra Prometida. No podía hacer un pacto con el pueblo de la tierra; al contrario, debía expulsarlos.
Los gabaonitas, sin embargo, montaron una estrategia para hacer una alianza con Josué. Disfrazados, usaron ropas raídas, usaron viejas alforjas con pan mohoso y dijeron que eran un pueblo que venían de lejos y, después de haber oído hablar de los logros de Israel, querían hacer una alianza. Sin consultar a Dios, Josué hizo un pacto con los gabaonitas, para poco después saber que este era uno de los pueblos que los israelitas debían desalojar de la tierra. Después de haber hecho la alianza, no podrían romperla. Más de trescientos años después, en el gobierno de Saúl, esta alianza se rompió y una maldición cayó sobre Israel.
Debemos ser cautos al celebrar alianzas. Tenemos que consultar a Dios antes de sellar un pacto con alguien. Las alianzas precipitadas pueden ser peligrosas. ¡Cuántos matrimonios precipitados se hacen sin la guía de Dios! La Palabra de Dios nos advierte sobre el peligro de yugo desigual. ¡Cuántas sociedades se han firmado sin precaución! Cuántas lágrimas son derramadas y cuánto sufrimiento se amargó por el simple hecho de entrar en alianzas peligrosas.
Devocional del libro “Gotas de Alegría para el Alma” escrito por Hernandes Dias Lopes. Publicado con permiso de Clie.es
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