«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» Salmo 119:165
La paz a la que somos llamados como hijos de Dios no es simplemente ausencia de guerra. El concepto divino de paz tiene mucho que ver con el término hebreo Shalom. Esta palabra abarca aspectos que tienen que ver con tener y con desear sobre los demás un estado o condición interior de bienestar, equilibrio salud y prosperidad. Somos seres integrales formados por espíritu, alma y cuerpo.
Cuando nuestro espíritu que es la parte trascendente que se conecta con Dios, se nutre de “amar” y por tanto de cumplir la Ley de Dios, nuestra alma se nutre de buenos sentimientos, sanas emociones y deseos de cumplir la voluntad de Dios. Finalmente y bajo el concepto integral de paz/Shalom, somos invitados a cuidar nuestro cuerpo y sentirnos a gusto con nosotros mismos. Por eso la vida espiritual es un concepto integral que al igual que la paz, abarca la totalidad de la persona.
Concluye el versículo diciendo que “no hay para ellos tropiezo”. La paz que proviene de amar y por lo tanto de cumplir la ley de Dios, tiene una segunda consecuencia que no podemos olvidar: la capacidad de “no tropezar”, es decir no dejarnos arrastrar por las tentaciones y las zancadillas del enemigo. Por tanto el poder de la tentación está íntimamente ligado a nuestra fortaleza espiritual. Los tropiezos, las tentaciones y el poder de seducción del pecado se despliega en los momentos de debilidad espiritual, de flaqueza de ánimo y de lejanía de Dios.
Al igual que el tentador vino a la vida de nuestro Señor cuando esté ayunaba y pasaba hambre y sed, las tentaciones en la vida del creyente se presentan en momentos de pobreza en nuestra relación con Dios y de lejanía de su cobertura divina. El mensaje de hoy es que busquemos leer y obedecer la Palabra de Dios, esto producirá estabilidad interior y capacidad de combatir y resistir las tentaciones del enemigo.
Oración: Señor ayúdanos a alimentarnos diariamente de tu Palabra y saber así reconocer y resistir las tentaciones del enemigo en nuestra vida, porque tu poder se perfecciona en nuestra debilidad.
Juan Varela es director del Instituto de Formación Familiar (INFFA) y autor de “Tu matrimonio sí importa” entre otros libros.
- Libro recomendado: «Fuego vivo, viento fresco» Jim Cymbala
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