Fe: 1. (n) Conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud de personas. 2. (n) Confianza. 3. (n) Seguridad, aseveración de que algo es cierto.
Muchos piensan que tener fe es esforzarte mucho en pensar que algo es verdad, aunque en el fondo sepas que no es verdad.
Pero la palabra «fe», originalmente, significa «confianza«. La propia etimología lo refleja: confianza, con fide, con fe. Significa fiarse de algo o de alguien. Significa que aun no conociendo el cien por cien de la información posible (lo cual es el caso en prácticamente todos los momentos y decisiones de nuestra vida), actúo de acuerdo y pongo mi vida y/o mis acciones en línea con ese algo o alguien.
Escucha: todos ejercemos la fe. Todos ejercemos la confianza. Tanto al nivel más cotidiano, como al nivel más grande posible. Cuando te subes a un avión, estás ejerciendo tu confianza en el piloto. Y es normal hacerlo, porque no lo hacemos a ciegas. Cuando empiezas una relación sentimental con alguien, estás ejerciendo tu confianza o tu fe en esa persona, aunque no tengas el cien por cien de la información. De hecho, sería insultante esperar tener el cien por cien de información sobre una persona antes de fiarte de ella.
La fe como confianza es parte de nuestra vida. Ojo: no estamos hablando de fe ciega. Eso es algo que puede existir, pero es otra cosa. Fiarte de algo o de alguien sin tener ningún tipo de evidencia no es lo que estoy hablando. Es poco recomendable, y deberías evitarlo si puedes. No deberías lanzarte al mar sin saber cuánta profundidad hay.
Cuando la Biblia habla de fe, utiliza las palabras griegas pistis o pisteos, y estas, una vez más, significan «confianza». Una confianza basada en la evidencia. Evidencia tanto en el sentido más formal, estudiándola académicamente, como en el sentido más cotidiano e intuitivo: «aquello que hemos visto y oído» (1 Juan 1:1). Muchos, de forma informada, a veces jugándose la vida, se ven convencidos por lo que han visto y oído.
Cuando la Biblia habla de creer en Jesús, no está hablando de que pienses que algo es verdad porque sí. Está hablando de acontecimientos históricos, y por tanto verificables. Es decir: ocurrieron tal y como se nos dice, o no ocurrieron, por lo menos no de esa forma. En una de las cartas de Pablo (1 Corintios 15), él habla de las cosas más fundamentales del mensaje cristiano, y están basadas en hechos específicos. A continuación, Pablo dice que, si estas cosas no pasaron, esta fe está vacía y hueca, falta de sustancia, y que los que la tienen son dignos de lástima.
La fe es confianza. Significa que estás convencido de que algo es verdad. Una confianza basada en evidencia y en hechos. Nunca debería ser ciega. Así es como entiendo e intento vivir mi fe. Y en mi caso, la pongo en Jesús. ¿Y tú? Recuerda: todos ejercemos fe / confianza. ¿Sobre qué fundamento pones tu vida? En otras palabras: ¿qué historia de la realidad te estás creyendo (y, por tanto, estás viviendo)? ¿En qué, o en quién, estás confiando, lo sepas o no?
— Devocional escrito por Gerson Mercadal, comunicador de Fundación Pontea.