¿Alguna vez le has dicho a Jesús «demuéstramelo»?
En el desierto Jesús escuchó: «Si eres Hijo de Dios, demuéstralo».
«El tentador se le acercó y le propuso: Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan».
— Mateo 4:3
En la cruz Jesús escuchó: «Si eres el Cristo, demuéstralo».
«El pueblo estaba mirando mientras las autoridades se burlaban de Jesús, diciendo: Puesto que ha salvado a otros, que se salve a sí mismo, si es el Cristo, el escogido de Dios».
— Lucas 23:35
Hoy Jesús sigue escuchando:
«Si eres bueno, demuéstralo».
«Si existes, demuéstralo».
«Si me amas, demuéstralo».
Que Jesús no haga «nada» no significa que no sea o que no nos ame. Precisamente en la cruz no hizo «nada» porque era Hijo de Dios y solo así podía salvarnos. Que veamos a Jesús «quieto» no significa que no esté haciendo nada. En el desierto se quedó quieto viviendo la vida obediente que nosotros necesitábamos. En la cruz se quedó quieto ofreciendo su vida para salvarnos.
— Devocional de Josué Enfedaque, autor de los libros juveniles Play y Replay que puedes encontrar aquí. En Play, se plantea a los adolescentes la pregunta «si la vida fuera un videojuego, ¿cómo se ganaría?», mientras que Replay les involucra directamente en un juego de investigación en el que tienen que elegir su propio camino.
Esta reflexión, «Demuéstramelo»: Cuando Jesús no hace nada, se publicó aquí primero y se ha utilizado con permiso.