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¿Hay algo difícil a los ojos de Dios?

Estaremos de acuerdo si digo que, en general, todos necesitamos tener más fe en el Señor.

Por eso el versículo que leemos en el libro del profeta Zacarías 8:6 es tan actual hoy en día como lo fue en el momento de escribirlo. Porque Dios sigue siendo el mismo. Él conocía y conoce perfectamente nuestro corazón. Y nos sigue diciendo lo que necesitamos escuchar.

En el contexto de Zacarías el pueblo escogido por Dios, el remanente, estaba sufriendo. No había nada fácil. Vivían en un sufrimiento constante. Pero en ese momento, cuando más lo necesitaban, Dios anuncia buenas noticias. Entenderás lo que digo si lees unos versículos antes. En ese momento Dios habla con compasión a su pueblo y anuncia restauración, paz, prosperidad… es más, Dios estaba alejado de ellos y les dice que volverá.

Pero su remanente no acaba de creerlo. Porque parece imposible recibir buenas noticias cuando estás sufriendo. Parece tan difícil que no te lo puedes creer. Y es que a veces no nos terminamos de creer las palabras del Señor.

No te conozco, ni tampoco tus circunstancias personales. Pero seguro que en algún momento de tu vida has tenido problemas. Y cada uno conoce el grado de dificultad. A cada uno le duele lo suyo.

Pero al Dios que vemos aquí también le duele lo que nos pasa. Por ello se dirigió a su pueblo, para anunciarles buenas noticias. Y también lo hace hoy. Hoy el Dios que habló a su pueblo en el pasaje de Zacarías también nos dice:

  • «No temáis» (aparece más de 40 veces en la Biblia)
  • «Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar.» (Mateo 11:28)
  • «Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre.» (Juan 10:20)
  • «Lo imposible para los hombres, es posible para Dios.» (Lucas 18:27)
  • «Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo». (Mateo 28:20)

Por eso Dios, que conoce lo que hay en nuestro corazón, nos anuncia buenas noticias para que confiemos en Él y nos repite a nosotros hoy: «¿será también muy difícil a mis ojos?» Porque sabe la respuesta. No hay nada difícil para Él. Por eso merece la pena descansar en su Palabra a pesar de todo.

Y es que cuando sufrimos nos sentimos tan frágiles, que el hecho de no poder hacer nada nos pone muy nerviosos. Y nos parece más complicado descansar en el Señor que cualquier otra cosa. Pero es lo que Él quiere. En lo más complicado tenemos a nuestro alcance la bendición de saber que Él siempre estará a nuestro lado y no hay nada demasiado difícil para Él. Porque lo que Él dice es verdad y es digno de nuestra completa confianza.

Que Él nos enseñe a descansar en sus promesas.

Devocional escrito por Abraham Sampedro, colaborador en Librería Abba.

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