Todos sabemos que debemos leer más porque es bueno, pero, aparte de mejorar nuestra cultura, crecimiento personal o imaginación, ¿qué nos aporta la lectura? La ciencia dice que los beneficios de la lectura son múltiples, y a veces sorprendentes. Aquí tienes cinco:
1. Leer reduce el estrés.
Con tan solo 6 minutos de lectura, puedes reducir el estrés hasta en un 68 por ciento, dice David Lewis, neuropsicólogo cognitivo (Mindlab International, Universidad de Sussex, 2009). Cuando lees, ralentizas tu ritmo cardiaco y relajas la tensión muscular. En este sentido, leer es incluso más efectivo que pasear, escuchar música o tomarse una bebida caliente. (Pero ojo, no funciona igual si lees noticias o algo relacionado al trabajo.)
Y ¿qué efecto podría tener leer el libro más vendido del mundo, la Biblia? Leer la Palabra cuando confiamos en Jesús nos lleva más allá de una reducción del estrés, multiplicando la paciencia, la consolación y la esperanza:
Las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza (Romanos 15:4).
2. Leer te puede alargar la vida.
La lectura de libros puede reducir la mortalidad hasta en un 20 por ciento (Social Science and Medicine, 2016). Según el estudio, las personas que leen viven como media dos años más que los que no leen. También señala la diferencia que marca intercambiar la televisión por los libros en los mayores de 65 años.
Leer puede alargar la vida, pero ¿qué lectura puede dar vida eterna? Jesús dijo a la cátedra de su día:
Estudiáis las Escrituras pensando que contienen vida eterna; pues bien, precisamente las Escrituras dan testimonio a mi favor (Juan 5:39).
Nosotros también podemos reconocer como el apóstol Pedro:
Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente (Juan 6:68-69).
3. Leer mejora el sueño.
En una encuesta sobre hábitos de lectura, Raquel Pozo, que ha aportado a nuestro blog de reflexiones, nos contaba que ha cambiado rutinas para leer más y dormir mejor: «Decidí hace tiempo apagar el móvil y dejarlo fuera de la habitación para poder dedicar ese tiempo a leer, y aunque a veces me duermo antes del cansancio, eso ha mejorado mi tiempo de lectura y descanso».
La ciencia respalda lo que dice: utilizar un dispositivo electrónico durante media hora al acostarse tras apagar las luces resulta en peor calidad de sueño (Nature and Science of Sleep, 2020).
En cambio, leer un libro antes de dormir mejora el sueño (Trials, 2021).
Una experta en autocuidado, la psicoterapeuta Zoe Shaw, explica en una entrevista que la lectura puede mejorar el sueño porque activa el lóbulo frontal del cerebro, el sistema límbico, precipitando una «cascada de relajación» en nuestro cuerpo.
La Biblia, por cierto, también habla de nuestro sueño, y de una confianza que puede traer descanso:
En paz me acuesto y me duermo, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado (Salmo 4:8).
4. Leer aumenta la empatía.
La ciencia nos dice que la ficción literaria nos ayuda a ponernos en la piel del otro (Science, 2013), mejorando nuestra inteligencia emocional.
Un artículo de la CNN cita varios estudios que indican los beneficios de la lectura de ficción. Nos hace:
- puntuar más alto en empatía,
- experimentar un cambio de ritmo cardiaco,
- activar nuestro cerebro como si la emoción la experimentáramos personalmente,
- desarrollar redes neuronales para entender pensamientos más complejos.
En este sentido, la lectura bíblica tampoco se queda en un ejercicio intelectual, sino que profundiza en nuestro ser hasta lo más hondo:
Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón (Hebreos 4:12).
5. Leer mejora tus habilidades conversacionales.
Leer no solo mejora nuestra ortografía o escritura, sino que además amplía nuestro vocabulario, mejorando nuestra capacidad de expresarnos. La ciencia demuestra que los lectores por encima de la media tienen una tasa de crecimiento de vocabulario mucho mayor que la de los lectores medios (JSHLR, 2015).
Leer te da tema de conversación. Tanto, que hasta puedes acabar con el amor de tu vida. 😉
Karen Durán, una correctora de estilo que también aporta a nuestro blog, nos comparte: «A mí el gusto por la lectura me llevó a conocer a un chico guapo y a casarme con él. Después de 30 años, seguimos recomendándonos libros y comentando lo que leemos. Así que no dudo ni por un momento que la lectura trae consigo muchos beneficios».
Sin duda, concluimos además que la lectura bíblica es el mayor tesoro…
Tus leyes son mi tesoro; son el deleite de mi corazón (Salmo 119:111).
…con el mayor beneficio:
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra (2 Timoteo 3:16-17).
Y tú, ¿qué piensas? ¡Comparte en los comentarios! A ti personalmente, ¿qué te aporta la lectura? ¿Qué te gustaría decir para animar a otros a leer más?