Después de algunos días sin publicaciones os traemos una conversación que nos han enviado desde Publicaciones Andamio con el escritor y evangelista Michael Ots.
Tras estudiar Teología en Edimburgo y servir varios años como evangelista para una iglesia en el centro de Inglaterra, su principal pasión ahora es ir a todo tipo de universidades, con el objetivo de dialogar con estudiantes sobre quién es Dios. De Michael esperan que responda de la forma más concisa posible a las objeciones que una y otra vez se repiten en las aulas: “¿Por qué Dios permite el sufrimiento?”, “¿Qué tipo de Dios envía a las personas al infierno?”, “¿Odia Dios a los homosexuales?”, “¿Es posible creer en Dios sin contradecir a la Ciencia?”
En base a su experiencia hablando de tú a tú con escépticos, agnósticos, creyentes de otras religiones y (muchos) ateos en Inglaterra y otros países de Europa, Ots ha escrito dos libros: ¿Qué tipo de Dios…? Respuestas a 10 de las acusaciones más comunes (Publicaciones Andamio, 2014) y ¿Qué tipo de esperanza…? Por qué Jesús lo cambia todo (Publicaciones Andamio, 2015).
Tras pisar muchas universidades has tenido oportunidad de hablar a menudo con ‘nuevos ateos’ o secularistas muy activos. Explicas a menudo que las asociaciones ateas acuden en bloque a escuchar tus charlas. ¿Qué tipo de conversaciones tienes con ellos?
Michael Ots. La primera forma en la que me relaciono con los ateos es… ¡de ser humano a ser humano! Muy a menudo el debate entre cristianos y ateos se carga de animosidad y antagonismo. Esto sucede más por las experiencias previas que la gente ha tenido, que por razones puramente intelectuales. Cuando alguien se presenta como ateo, quiero saber por qué lo es y qué le ha llevado a esa posición. Obviamente quiero entrar en las cuestiones intelectuales, pero soy consciente de que no somos sólo “cerebros andantes”, somos personas completas.
En la década actual muchos se preguntan si es posible presentar un evangelio que sea claramente bíblico y a la vez relevante…
Michael Ots. Sí es posible. El modernismo de las décadas anteriores fue un obstáculo a la fe cristiana. En cada cultura hay obstáculos que superar, pero cada cultura tiene también puntos de conexión con el evangelio. Es fácil quejarse de que todo es muy difícil pero es más productivo intentar comprender la cultura para encontrar sus puntos de conexión con el evangelio.
Eres aún joven si te comparas con otros evangelistas. ¿Qué has aprendido de gente con una trayectoria larga en esto de responder a preguntas difíciles sobre Dios?
Michael Ots. ¡Soy mayor de lo que piensas! Pero he aprendido muchísimo escuchando a cristianos con más edad. La mejor forma es poner el oído cuando hablan con escépticos o personas buscadoras. Lo hice por primera vez cuando invité a un líder de mi iglesia local para que viniera a responder preguntas a mi escuela, cuando tenía 14 años. Lo más importante que he aprendido es lo importante que es nuestra actitud. En estas conversaciones es clave aprender a ser cálido, agradable, buscar áreas de mutuo entendimiento y tener la habilidad de reírte de ti mismo.
¿Crees que los cristianos somos conscientes de las preguntas reales que tienen nuestros amigos?
Michael Ots. Sí… ¡siempre que hablemos con ellos! A veces anticipamos qué preguntas podrían tener, así que ni siquiera les preguntamos. A menudo nos sorprendería saber cuáles son realmente las preocupaciones reales de la gente. No tenemos que temer nada, al cristianismo se le puede lanzar las preguntas más duras. La verdad no teme recibir preguntas.
¿Cuál es la pregunta que te han hecho más veces?
Michael Ots. A lo largo del tiempo, probablemente la más común es la antigua pregunta sobre el sufrimiento. No es una sorpresa, ya que es un problema universal. Cualquier persona experimentará el sufrimiento en algún momento de su vida.
Más recientemente, en las culturas de Europa occidental cobran mucho protagonismo las preguntas sobre sexualidad, especialmente a raíz del debate sobre el matrimonio.
Finalmente, en nuestras conversaciones con estos amigos, ¿qué papel deberíamos darle a los argumentos racionales, por un lado, y al Espíritu Santo, por otro?
Michael Ots. Creo que no es lo uno o lo otro, sino ambas cosas. El Espíritu Santo trabaja a menudo a través de nosotros cuando exponemos nuestros argumentos con cuidado. No son realidades mutuamente excluyentes. No es simplemente que hablamos y Dios de golpe hace “¡zas!”. Dios ha escogido actuar a través de nosotros… ¡qué privilegio! Lo que nos puede mostrar cuánto estamos confiando en el Espíritu es preguntarnos cuánto estamos orando.
Esperamos que os haya gustado esta conversación. En breve os seguiremos acercando conversaciones con escritores para que podáis conocer algo más de ellos antes o después de leer sus publicaciones 🙂
Os recordamos los libros disponibles que ha escrito Michael Ots: