Skip to main content

¿Dónde estás buscando? Una invitación a vivir en la resurrección

foto de una tumba de tipo cueva con la piedra removida para blog sobre la resurrección de Jesús y cómo la vivimos los cristianos

En el mundo judío, el domingo es el primer día de la semana, como vemos en el Evangelio de Lucas (24:1). De acuerdo a esta narrativa, ese fue el día en que Jesús resucitó de entre los muertos. Sin embargo, en el mundo tan apresurado en el que vivimos, rara vez tomamos el tiempo de pausar y reflexionar en la realidad de la resurrección.

En esta parte occidental del planeta, el domingo es solo un día para descansar, dormir lo más que se pueda o alistarse para ir a comer al mejor restaurante, para después regresar al hogar, hacer los preparativos para el lunes y comenzar la rutina semanal sin esperanza alguna dentro de nosotros. Es más, apenas relacionaríamos el domingo con la resurrección de Jesús si no fuera por estas fechas de Semana Santa. Quiero añadir que incluso muchos cristianos vamos el domingo a la iglesia solo por cumplir con un deber más.

Esto solo nos indica una cosa: tenemos la tendencia a olvidar lo glorioso que es el evangelio, la obra completa de Cristo Jesús. El peligro de olvidar lo que el Mesías logró en la cruz y en la resurrección es que comenzamos a buscar vida en el lugar equivocado.

¿Dónde estás buscando vida?

Una prueba de esto son las mujeres que van el domingo en la mañana para visitar el sepulcro donde estaba Jesús. Muy probablemente, en su dolor, tristeza y deseo de honrar la muerte de su Maestro, olvidaron que Él había dicho a sus discípulos que al tercer día sería levantado (Lc. 18:31-33). Sin embargo, cuando ellas llegaron a la tumba, se dieron cuenta que la piedra estaba removida y dos hombres con ropas brillantes les dijeron lo siguiente:

«¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado!» (Lucas 24:5-6, NVI)

Esta misma pregunta resuena el día de hoy para nosotros. ¿Dónde estás buscando vida? ¿En qué lugar estás buscando algo que pueda satisfacer tu corazón quebrado? ¿Por qué insistes en encontrar entre lo muerto lo que solo el Cristo resucitado puede proveerte?

Aunque recordamos solemnemente la muerte y sepultura de Cristo, no todo terminó allí.

El tercer día es de celebración; nos alegramos porque nuestro Dios levantó al Hijo de entre los muertos en el poder del Espíritu Santo (Ro. 8:11). La resurrección nos muestra que Cristo Jesús tiene el poder absoluto sobre el pecado y la muerte. La resurrección confirma que la culpa, condenación y vergüenza que el pecado ocasionó no tienen más autoridad. La resurrección nos regala la eterna seguridad de que en Cristo encontramos absolutamente todo lo que nuestro corazón anhela, que en esencia es Él mismo, nuestra esperanza de gloria (Col. 1:27).

¡Gloria sea al Cristo resucitado que vive en nosotros!

— Devocional escrito por Rafael Zúñiga. Está casado con Cesia y son padres de dos pequeñas, Alaia y Olivia. Actualmente viven en Tijuana, México. Es arquitecto de profesión y estudia teología en Talbot School of Theology. Escribe en el blog Céntrico y puedes leer su trabajo aquí: centrico.substack.com.

Dejar un comentario