No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; mas la justicia libra de la muerte.Proverbios 11:4
Existen dos mitos sobre las riquezas.
El primero es que las riquezas producen felicidad. Hay muchas personas que se casan y se divorcian por causa de las riquezas. Otros mueren y matan por causa del dinero. Hay los que se corrompen y son corrompidos por el amor al dinero. Pero cuando llegan al tope de esa pirámide social, descubren que la felicidad no está allí. El apóstol Pablo dice que aquellos que quieren ser ricos caen en tentación y trampas y atormentan su alma con muchas angustias.
El segundo mito es que las riquezas producen seguridad. Por esa razón, el apóstol ordena a los ricos que no pongan su confianza en la inestabilidad de las riquezas, sino en Dios. El sabio dice que las riquezas de nada aprovechan en el día de la ira; al contrario, ellas pueden atraer más furia y destrucción. No obstante, la justicia libra de la muerte. Los justos son aquellos que fueron justificados por Dios, están bajo el manto de la justicia de Cristo, y sobre ellos no pesa ninguna condenación. Es mejor ser justo que ser rico. La riqueza sin justicia es pobreza; la justicia, aunque sin riqueza, es un gran tesoro.
En el día del juicio el dinero no nos librará, pero revestidos con el manto de la justicia de Cristo estaremos seguros.