Skip to main content

Un Dios fiel en todo momento

Una vez que Josué acepta que será el sucesor de Moisés para guiar al pueblo en la entrada de la tierra prometida, Dios se posiciona y le reitera su fidelidad. Una vez que nosotros hemos dado el paso de fe, confiando en que vamos a hacer lo que agrada a Dios, aunque sea difícil, debemos recordar estas palabras para nosotros.

Porque a veces el momento de dar el paso es difícil; y es muy duro enfrentar la lucha y la tormenta que se desatan cuando decidimos dejar a un lado nuestra propia opinión y descansar en la opinión de Dios, sea cual sea el tema: un nuevo trabajo, una nueva mudanza, un nuevo ministerio, o quizá permanecer donde estamos, a pesar de que la presión para que abandonemos sea poderosa.

Pero si estamos seguros de que hemos tomado la decisión que encaja con el carácter y la voluntad de Dios, si estamos seguros de la sinceridad de nuestras oraciones y de la realidad de nuestra relación con el Padre, debemos confiar en que nos tratará con la misma calidez con que trató a Josué ante todo lo que tenía por delante. Dios no nos hará dar un difícil paso de fe para después quedarse callado a un lado en silencio, o mantenerse al margen de las circunstancias.

Nuestro Señor es puro amor y se implica en nuestras diminutas vidas, y en nuestras diminutas decisiones que, a pesar de todo, tienen consecuencias trascendentales para su reino. Él no nos falla. Él no nos abandona. Va por delante, abriendo puertas, cerrando otras por las que no debemos equivocarnos en entrar, y siempre con nosotros.

Por esa razón, por muy duras que sean las circunstancias que estemos pasando, no debemos desalentarnos ni temer ningún mal. Por muchos reveses que nos encontremos, si la voluntad de Dios es bendecirnos, nos bendecirá, y nada podrá oponerse a su voluntad finalmente. Es una promesa bíblica, y si en algún momento nos sentimos tentados a desalentarnos y creer que Dios nos ha abandonado, debemos pararnos y volver a la seguridad de esta promesa.

Autora: Noa Alarcón
Noa escribe la sección “Preferiría no hacerlo” y el blog «Amor y Contexto» en Protestante Digital.

Dejar un comentario